Al parecer, a Brad Pitt no solo le va bien en el cine, sino también en los negocios e inversiones. Sucede que el actor se suma a los dueños de extravagantes propiedades que deciden desprenderse de los inmuebles que tantos recuerdos guardan. Esta vez, Pitt vendió una increíble mansión por un precio que supera 24 veces el precio por el cual la compró.
¿Es que haber pasado años en la mansión incrementa el precio de la misma? En ese caso, se entendería perfectamente la millonaria suma por la cual se firmó el trato. Sucede que no sólo Brad Pitt vivió en esa casa, sino también Jennifer Aniston cuando estuvo en pareja con el protagonista de El club de la pelea y, años más tarde, se sumaría a la lista la legendaria Angelina Jolie, con quien tiene seis hijos.
La mansión embrujada de Brad Pitt
La casona se encuentra en uno de los barrios más exclusivos de Hollywood, como no podía ser de otra manera. Se trata de la zona residencial de Los Feliz, donde se encuentra la propiedad que fue adquirida en 1994 por Pitt por un valor de U$S 1.500.000. Hace unas semanas, el actor logró venderla por ¡nada más y nada menos que U$S 36.000.000!
Conocido como “La casa encantada”, el inmueble perteneció a Cassandra Peterson, una actriz destacada por haber participado en películas y programas de terror. La misma Peterson le contó a Brad Pitt que había presencias extrañas en la casa y que incluso habían tenido que llamar a un cura una vez para bendecir el lugar.
Al actor parecieron no importarle demasiado las advertencias sino que, por el contrario, quedó encantado con las historias de Peterson y decidió quedarse con la propiedad. “Le avisamos que habían pasado muchas cosas raras desde que entramos allí; Pitt estaba encantado, me dijo que todo lo que le estaba contando le parecía genial”, declaró la actriz.
Por qué Brad Pitt vendió su mansión embrujada
La gran mansión le quedó grande. Si la casa embrujada ya era grande, Pitt decidió ampliarla más comprando terrenos adyacentes y anexando espacios nuevos. Pero, llegó el momento de desprenderse, y no dudó en cambiarla por otra vivienda igualmente lujosa.
Soltero y sin tener que compartir a diario con su –igualmente– enorme familia, el intérprete de Joe Black cambió la propiedad por una más pequeña y también más barata en el mismo barrio. La nueva casa es una finca de 185 metros cuadrados construida en los 60 y renovada por el diseñador Mark Haddaway.